Etapa 06 Los Arcos - Logroño ( Camino de Santiago a pie - Camino Frances )

Logroño ya esta cerca, pero antes de llegar tenemos que caminar por pistas en continuo sube y baja hasta llegar a Viana ultima localidad Navarra,  desde aquí y hasta la capital riojana ya es todo llanear y bajar.

Etapa de: 28 Kilómetros
Hora de salida:    06:00 
Hora de llegada:  13:30
Pasaremos por las localidades de:
Los Arcos -Torres del Rió Viana  - Logroño.






  Los primeros tres kilómetros y medio son un continuo sube y baja, el descenso por el barranco de Cornava también carga mucho las piernas y con calor puede convertirse en una etapa muy dura

Entre que la etapa de hoy que se presenta larga y los pronósticos sobre el tiempo que indican un fuerte día de calor tomamos la decisión de madrugar e iniciar la marcha  muy temprano.
Salimos de Los Arcos por el  portal de Castilla e inmediatamente cruzamos la carretera y el río Odrón.
En el estomago notamos todavía los excesos gastronómicos del día anterior lo que hace que el caminar no sea cómodo.
Las pretensiones para el día de hoy son las de llegar sobre las dos de la tarde y comer en Logroño.
No es mala idea la de acabar las etapas sobre las catorce horas y luego dedicar la tarde a visitar la ciudad.



Sin salir todavía el sol por el horizonte vamos ganando metros por pistas agrícolas que avanza en línea recta.



















Hasta alcanzar la carretera que nos sube a Sansol.





















Sansol cuenta con un albergue y un par de bares donde podemos desayunar.




















Salimos del pueblo y en un rápido descenso de apenas un kilómetro entramos en Torres del Río.




















Resulta duro subir por sus empinadas cuestas hasta dar con la iglesia del Santo Sepulcro, templo octogonal del siglo XII el cual mantiene una torre adosada que fue utilizada como faro para guiar a los peregrinos que nos precedieron siglos atrás.
















Abandonamos Torres del Río por la parte alta desde donde sus últimas calles dan paso a una pista que con calor puede hacerse muy dura hasta llegar a Viana.
































































Antes de llegar a Viana y en plena subida alguien ha puesto un barreño con bebidas frescas y una hucha en la que meter un euro por cada consumición.
Dada la calorina que estaba cayendo si que nos apeteció un buen trago.
Después de caminar por varios toboganes vemos a lo lejos la ultima población de Navarra, parece cerca pero da la sensación de que no llegamos nunca, a la entrada vemos unos carteles en los que nos ofrecen todo tipo de alojamientos.









En la entrada a la población de Viana encontramos un pequeño parque que da buena sombra al peregrino, una fuente sacia nuestra sed y después de un merecido descanso....

















Subimos por la calle Mayor hasta alcanzar la plaza de Los Fueros donde se encuentra la iglesia de Santa María, de estilo gótico con soberbias dimensiones y orgullosa de su original portada renacentista.

















Dejamos Viana y con ella Navarra, para entrar en tierras riojanas.





















Por pistas vamos ganando terreno hacia la siguiente de las capitales del camino. Logroño.




















Entre campos de cultivo y un pequeño pinar....





















Entramos ya en la comunidad de La Rioja. Navarra, que nos ha acompañado durante 142 kilómetros, cede el turno a La Rioja.


















 A partir de aquí será un andadero el que nos guíe hasta la capital riojana.
Un kilómetro antes de entrar, encontraremos un puesto en el que con la oferta de sellarnos la credencial nos ofrecen articulos de recuerdo del camino además de bebidas frescas.
Antes el puesto era gestionado por Felisa, ahora es su nieta Maria la que lo lleva.
Tras un buen rato de buena sombra y mejor tertulia continuamos camino hacia nuestro fin de ruta.










 Entramos en Logroño por el puente de piedra sobre el rió Ebro, construido sobre reformas del primitivo que se levantó en el siglo XI por Santo Domingo de la Calzada y San Juan de Ortega. Tras el vado se pasa la rotonda y se gira a la derecha por la calle Rúa Vieja, donde nos espera el albergue.














Nos dirigimos al albergue municipal y allí se da un caso curioso.
Es domingo, hay una cola para entrar de unas doce personas y en recepción se sitúan un hombre y una mujer sellando las credenciales y dando entrada a los peregrinos.
Uno de ellos  pide para ducharse porque tiene que coger el autobús, pues bien el señor situado a la izquierda se lo niega...
Además de muy malos modales le dice que se valla a un hotel, se origina una discusión y este hombre todavía se enroca más, sacando los colores incluso a su compañera que se veía que no era participe de los comentarios de este señor....¡Donde esta la hospitalidad al peregrino, dijo alguien!.
Los comentarios a posteriori fueron del tipo
- Este señor será funcionario y estará cobrando horas extras por trabajar hoy y como bien claro ha dejado los peregrinos le importamos poco o nada.
De todas maneras no nos gusto el Albergue, asi que nos fuimos a uno privado "Hostel Entresueños" un magnifico hostal donde hacen descuento al peregrino y en donde por 10 euros estuvimos estupendamente hospedados.
Todavía sin salir de nuestro asombro nos vamos a comer, muy cerca del albergue y en una placita hay un restaurante que lleva de nombre " Café Moderno" donde se come muy bien y en donde las mesas a tope de comensales dan fe de ello.
No hay ganas de siesta, preferimos ver la ciudad antes que al tipo ese del albergue.
Entre otras cosas visitamos la catedral de Santa Maria de la Redonda.
El interior es del siglo XV y su fachada es obra del siglo XVIII,  con una gigantesca hornacina central, construida en 1742.






Mañana toca la séptima etapa Logroño-Najera, son treinta kilómetros así que una cena rápida y pronto a descansar que mañana también se madruga.





















Historia Medieval 

El Codex Calixtinus menciona en sus paginas lugares y gentes y de los navarros decía lo siguiente: Son feroces y la tierra en la que moran es feroz, silvestre y bárbara. La ferocidad de sus caras y los gruñidos de su bárbara lengua aterrorizan el corazón de quienes los ven.
Se refería a los Agotes, estos habitaban los valles del Baztán y el Roncal, con especial presencia en la aldea de Arizkun.
Sobre ellos se tejieron narraciones tenebrosas y misterios acerca de su origen.
Sus vecinos les abocaron a una marginación tan feroz que tuvieron que recurrir a la endogamia para perpetuarse.
Se les prohibió ostentar cargos públicos, sentarse junto al resto de vecinos en los oficios religiosos o participar en las fiestas comunales, a los agotes incluso se les cosía una tela que asemejaba una pata de oca o de gato para distinguirles, acusándoles de padecer la lepra blanca, una enfermedad que afectaba a la piel y que no era sino producto de la extrema pobreza en la que vivían. 


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2 comentarios:

  1. Desgraciadamente, hay hospitaleros que parecen perros de presa. Por fortuna, no es lo habitual.
    Muy buen relato de vuestro Camino hasta ahora. Me ha gustado mucho. Me he quedado con las ganas de más.

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