Via verde Castro Urdiales-Traslaviña

La línea de ferrocarril de Castro Urdiales a Traslaviña fue una bifurcación del ferrocarril Santander-Bilbao, que comenzaba en Traslaviña, Artzentales (Bizkaia) y finalizaba tras 22 kilómetros en Castro-Urdiales (Cantabria).
La linea de Traslaviña, nace con dos objetivos, el primero de ellos era el transporte de mineral de hierro en la cuenca de Castro, por otra parte, buscaba mejorar el transporte de pasajeros desde Castro Urdiales a la cercana ciudad de Bilbao.
En esta ocasión realizaremos el tramo cántabro, desde Santullan a Herreros único tramo por hoy convertido en vía verde, esto nos llevara unos 13 kilómetros de ida y vuelta y unas dos horas y media en tiempo.

Empezamos el recorrido en la localidad castreña de Santullan, dejamos el vehículo junto a la iglesia y bajamos cruzando la carretera hacia la vía,  donde entraremos en ella primero caminando por pista cementada y  más tarde de gravilla.



















 Seguimos de frente dejando a la derecha los picos de Otañes y de La Cruz, situados en el Valle de Samano.
 Continuamos hasta el puente que salva el río Mioño, rió que desemboca en la playa de Dicido, donde se encuentra un antiguo cargadero de mineral.

Continuamos siguiendo la pista en dirección sureste, pasando por bonitos rincones y áreas de descanso que invitan al almuerzo aunque todavía sea un poco pronto para ello.

 Llevamos ya un buen rato caminando y dejando atrás la Peña de Santullan, una escarpada montaña de 470 metros atacada por unas canteras que van destrozando su cara norte.

Llegamos a  estación de Otañes. La estación se esta rehabilitando por el Taller de Empleo de Rutas Verdes para acondicionarla como establecimiento de turismo rural. En su entorno se encuentra un área de descanso y desde el andén podemos divisar el pueblo de Otañes.

A partir de la estación el paisaje se hace más abrupto. La suave ladera izquierda se convierte en la cara occidental del monte La Helguera, en cambio por la derecha, podemos seguir contemplando, el valle y pueblo de Otañes.

 Pasamos por un bello tramo en el que prevalece la vegetación autóctona y seguido por debajo del puente que salva la carretera Otañes-Baltezana.

Así como por un bello paraje que atraviesa trincheras forradas de musgo, helechos y enredaderas. 


















 


Llegamos al viaducto de Los Vados, un puente sujetado por tres arcos que le convierten en un mirador de excepción, sobre el río Cabrera.
Seguimos ruta  sumergiendonos en una profunda trinchera excavada en una roca y forrada de musgo y de abundante vegetación que hace más húmedo y fresco la parte final del trazado, ya en las inmediaciones del túnel de Herreros.

En este último tramo, la ruta avanza contigua al arroyo de Herreros, siendo poco accesible para bicicletas, lo cual hace que si vamos en este medio, tengamos que bajarnos y seguir andando, no mucho, pues el túnel y fin de ruta ya queda cerca.

 Encontramos por fin el túnel de Herreros, un túnel de nada menos que de 1.996 metros de largo, que une las pedanias de Otañes (Cantabria) con Sopuerta (Bizkaia).
Esta obra se construyó a finales del siglo XIX  y permaneció en uso hasta 1966.
Actualmente hay un proyecto de obra que consiste en recuperarlo para la ampliación de la vía, actualmente solo los mas temerarios se atreven a cruzarlo, como no es nuestros caso, decidimos dar la vuelta por el mismo camino, para una vez de nuevo en Santullan, dar por finalizada esta bonita ruta de senderismo, acta y muy aconsejable también para niños.

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