Etapa 07 Logroño - Najera ( Camino de Santiago a pie - Camino Frances )

Entre calles salimos de Logroño y alcanzamos el embalse de La Grajera, desde donde caminaremos por el suave paisaje riojano lleno de viñedos y arboles frutales.

Etapa de: 30 Kilómetros
Hora de Salida:      07:30
Hora de Llegada:   14:30
Pasaremos por las localidades de:
Logroño-Navarrete-Ventosa y Najera.




El trayecto de esta etapa es largo, aunque no debe presentar ninguna dificultad. Los dos altos de la jornada, el posterior al embalse de la Grajera y el de San Antón, son meras tachuelas. Se hace más duro el tramo de suave descenso entre San Antón y el final de etapa, ya que se ve Nájera durante dos interminables horas.

 Nos vamos de Logroño con la idea de olvidarnos del tipo ese del albergue pero no  de la ciudad ya que esta nos ha ofrecido bonitos lugares y un magnifico ambiente peregrino.
Salimos bien temprano con la idea de comer en Najera.
Pasamos junto a la Fuente de Los Peregrinos donde llenamos la cantimplora, despues salimos de la ciudad hacia el parque de San Miguel.








Aunque algunas ciudades no desmerecen, el trafico y el ruido hace que busquemos espacios mas tranquilos y esta es una buena etapa para relajarnos y apreciar el silencio que el camino aporta.















 Tras pasar el amplio parque de San Miguel dejamos atrás Logroño.
Caminamos por un paseo llamado Vía Verde el cual nos conduce sin perdida al embalse.
Mientras caminamos flanqueados por cipreses, vamos recordando las imagenes de la Vía Appia, famosa calzada que partía desde el mismísimo foro de la antigua Roma.
La mañana esta estupenda y caminar por este entorno hace que el animo se dispare y con ello el disfrute de lo que es caminar por el Camino de Santiago.




 Llegamos a el dique del embalse de la Grajera, construido en 1883.
 Aquí encontraremos un entorno recreativo envidiable donde se puede pescar, pasear, merendar o, simplemente, descansar.















A punto de salir ya del área recreativa encontramos un lugar curioso.
Se trata de una pequeña “oficina”, situada en una marquesina de madera en la que encontraremos a un señor llamado Marcelino Lobato Castrillo. Aquí espera a los peregrinos, a quienes regala un rato de su amena charla y algo de fruta.
Marcelino es otro de esos curiosos personajes que han surgido de la ruta, que recorre el Camino de forma incansable y que cuando se cansa de caminar, pasa los días en su “oficina".
Al lado tenemos una bonita fuente que dice adiós al parque y como no a Marcelino, un "ilustre del camino".
Ahora caminamos por  una pista asfaltada que avanza entre suaves lomas pobladas de vid e iniciamos un exigente repecho que nos obsequia con unas magníficas vistas sobre el embalse y en segundo término y al fondo Logroño. Con este placer visual y el recuerdo todavía en mente de Marcelino alcanzamos el Alto de La Grajera, donde ya hemos recorrido nueve kilómetros por un bello entorno.








 Desde el alto ya todo es descender y llanear hacia Navarrete.
En el llaneo caminamos junto a una valla metálica cosida por las cruces que van dejando los peregrinos.
Mientras vamos ganando metros, una silueta de un toro de Osborne nos  acompaña, a los lejos vamos viendo la primera población de esta etapa.













 Poco antes de entrar en Navarrete se encuentra, casi a modo de exposición, la planta de lo que fue la iglesia-hospital de peregrinos San Juan de Acre fundada hacia 1185.
La portada gótica del hospital se trasladó al cementerio de Navarrete y decora hoy la entrada al campo santo.











Navarrete. 
Una recta nos separa de Navarrete, pueblo de alfareros emplazado sobre el cerro Tedeón. La calle La Cruz rodea el casco urbano y sube hasta la iglesia de la Asunción.
 Navarrete dispone de suficientes establecimientos donde saciar el apetito, que ya aflora tras tres horas de marcha.










Después de comprar fruta y dar buena cuenta de ella en uno de los bancos situados a la salida del pueblo, continuamos ruta para llegar en unos cientos de metros al campo santo, lugar donde lucen la portada y los ventanales del hospital de San Juan de Acre.
De seguido tomamos un camino que se arrima a las vides, los olivares y los árboles frutales que pueblan las huertas.









Caminando, caminando, avanzamos hasta el desvío que lleva a Ventosa donde encontraremos un albergue y varios bares.

















Ventosa. 
En Ventosa al encontrarse la iglesia en un alto, como que no apetece subir, en este caso nuestra preferencia es la de apalancarnos en el primer bar que vemos y dar buena cuenta de las viandas.















Después del merecido descanso proseguimos ruta dejando atrás Ventosa y la iglesia de San Saturnino que como bien hemos dicho antes se encuentra situada en un alto.
Salimos del pueblo y cogemos un camino pedregoso que nos guía hacia el alto de San Antón otro punto clave de esta etapa.












 Tras un repecho nada exigente llegamos al Alto de San Anton.
En este lugar los peregrinos de la edad media tenían que extremar la vigilancia, pues con frecuencia eran asaltados por bandoleros.
Desde esta atalaya la vista se despeja y nos muestra el valle del Najerilla. La panorámica también descubre Nájera, aparentemente cercana pero realmente distante.











 Bajamos por pista pedregosa y continuamos hacia un repetidor de telefonía, situado en el Poyo de Roldán, enclave donde tuvo lugar el legendario combate entre Roldán y el gigante Ferragut. 
Tras pasarlo cruzamos el río Yalde por un pequeño puente de madera y hormigón.











Pero antes de llegar a Najera encontramos a mano derecha otro lugar emblemático, "La Fuente de Paulino", un lugar donde podemos descansar  para afrontar los tres últimos kilómetros que nos quedan para llegar al albergue.















Con mucha precaución cruzamos la N-120 para entrar en Nájera. Sin embargo aún nos quedan dos kilómetros de travesía urbana.
Continuamos por las avenidas hasta el puente sobre el río Najerilla.  



Tras cruzarlo hay que torcer a la derecha y justo a mano izquierda encontraremos el Albergue "Puerta de Najera" un estupendo lugar donde poder descansar. 
















 Enfrente del albergue tenemos el rió,  con una esplendida campa donde descansar en su hierba es un autentico lujo.
Si metemos los pies en el rió también disfrutaremos de un buen masaje. 
Siempre que tengamos ocasión deberíamos meter los pies en agua fría, pues esta es una de las mejores maneras de bajar la inflamación que nuestros pies han sufrido a raíz de tantos kilómetros ya recorridos.
Una vez relajados nos vamos a comer. 
Para ello, nada mejor que el restaurante "El buen Yantar" situado a escasos cien metros del albergue, donde ofrecen un magnifico menú del peregrino, donde dicen que a este le hacen descuento y no mienten y donde ofrecen exquisitas carnes y pescados a la brasa y donde tampoco mienten.

Después de comer y la consabida siesta nos vamos a visitar el pueblo, sobre todo imperan las margenes del rió y su parte antigua.
Atravesado por el rió Najerilla, Najera es  la ciudad más histórica de La Rioja.
 Se asienta en los aledaños de la Sierra de la Demanda, al lado del río Najerilla, que la divide en dos. Al este queda la Nájera moderna; al oeste la villa histórica.
El Monasterio de Santa María la Real, fundado en 1.032, resume la historia de la ciudad y atesora el interés artístico de la misma.




 Su iglesia gótica empezada a construir en 1422, con una bella talla románica de Santa María y hermosa sillería. En la parte posterior del templo se halla la cueva en la que, cuenta la leyenda, el rey Don García encontró en 1.044 una imagen de la Virgen. Fue el origen de la predilección real por Nájera. El contraste entre las paredes y techumbres góticas con el barro rojizo y la oscuridad de la cueva tiene un encanto especial.
Después de la obligada visita nada mejor que asentarnos en las terrazas que en numero abundan en la parte vieja y disfrutar del descanso que esta estupenda población ofrece.
 Una bonita etapa, un ambiente peregrino sensacional y un estupendo día que finaliza. Mañana sera otro día, con una etapa que nos llevara desde Najera a Santo Domingo de la Calzada, otro lugar mítico en la peregrinación a Santiago.





Historia Medieval

Códice Calixtino.
El Codex Calixtinus o Códice Calixtino es un manuscrito de mediados del siglo xii. Contiene sermones, himnos, milagros, relatos de la translación del Apóstol, textos litúrgicos y piezas musicales relacionados con el Apóstol Santiago
Su cuarto libro narra el descubrimiento de la tumba por Carlomagno. El quinto constituye una especie de guía para los peregrinos que seguían el Camino de Santiago en su viaje a Santiago de Compostela.
El  Códice Calixtino está considerado como la primera guía del Camino. De hecho, recoge información práctica para el peregrino, Desde la localización de iglesias y hospitales más importantes, hasta las fuentes de agua potable, pasando por la descripción de las costumbres y la apariencia de las personas que el viajero se encontraría en cada lugar a lo largo de la ruta jacobea.
Hoy en día este documento se custodia en la Catedral de Santiago de Compostela. 


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