Carrio desde Portillo de Lunada

El Picón del Fraile o Las Motas oculta con su masiva silueta los altos que enlazan el portillo de Lunada con el Collado del Asón. Son una sucesión de cimas herbosas y redondeadas, con vertiginosas caídas sobre el valle del Miera, que rozan los 1.500 metros. Las más destacadas son Veinte, Pizarras y Carrío, la más lejana y objetivo final de este paseo por la divisoria cántabro-burgalesa.
E aquí una salida del Club de Montaña "Mugarri Mendi Taldea".


Salimos desde el Portillo de Lunada (1.350 m) lugar donde limita Burgos con Cántabria.





















El fuerte viento y la baja temperatura, hace que los preparativos para iniciar la marcha se hagan con rapidez. El lugar dispone de un amplio aparcamiento.









El puerto de Lunada acumula 32 km. de continuado descenso hacia Liérganes, razón por la que en la Vuelta ciclista a España está considerado de categoría especial. Subir a este punto desde Espinosa de los Monteros es más asequible.






En ordenada fila "Casi militar", cogemos un sendero marcado que a la derecha transcurre por la ladera herbosa de El Picón del Fraile y su base militar, seguimos el camino, el cual se pierde cuesta arriba, lo seguimos, al principio es pendiente, luego se suaviza y alcanza un primer balcón que permite contemplar las curvas del puerto.







A mediados de Mayo, todavía se puede pisar nieve en estos parajes.







Nuestros pies siguen al organizador y guia de esta salida, nos hace seguir unas marcas rojas difuminadas que se dirigen a la cima, con el curioso nombre de "Veinte".









Una mirada a la derecha hace ver la base militar instalada en El Picón del Fraile.








Al volver la mirada a la izquierda, observamos un bonito paisaje montañero, donde en días claros se pueden ver incluso los Picos de Europa.









Tras sacar la foto en la cima del Veinte.











Continuamos por la cresta hacia la siguiente cima "Pizarras", esta se alcanza siguiendo el mismo sendero.










La vista abarca los montes y valles circundantes. Destacando "Porracolina".









Un abrazo de animo no viene mal en este tipo de salidas.











-Bueno, tal vez fueron más de 12.










En la cima del monte Pizarras, rendimos un respetuoso homenaje a nuestro club. "EL ATHLETIC".










Buzón del Pizarras, con una altura de 1.474 metros.










Ahora el Homenaje es para nosotros, "Hamaiketako".
-El de la foto parece no estar dispuesto a compartir, tan suculento manjar.










Tras finalizar el avituallamiento, nos encaminamos hacia Carrío, que destaca enfrente. Bajamos por la ladera desarbolada en dirección a un resalte rocoso.






Único punto complicado del recorrido.























Ya sólo nos resta superar una larga loma herbosa por sendero y pisar la cima del Carrío.






















Una mirada hacia atrás.
-Parece ser que el del bocadillo va más contento, si es que no hay cosa mejor para andar por el monte, que estar bien servido.




















El Carrio no dispone de buzón, si de un hito de piedras y de excelentes vistas. Destacando entre ellas El Picón y su base militar y las cimas Horneo y Campanarios, que custodian el paso hacia Collado del Asón.








Al alcanzar la cima la alegría y el alboroto inundan a los componentes de la expedición, lo cual hizo imposible el juntarse para sacar la correspondiente foto cimera.






Una vez en esta, la mejor opción es retornar al punto de salida por el mismo lugar, ya que bajar a la vaguada de Bustalveinte y subir por la misma presenta un largo y exigente recorrido. Nosotros como somos de "Bilbao", cogemos esta ultima.








Bajo la cima nos espera una fuente con un abrevadero.
Este mana durante todo el año. Siendo punto de cita de caballos, vacas y, de madrugada, de corzos y jabalíes.






Siempre con el Picón del Fraile de frente.























Subimos por la loma herbosa de La Vaga, en dirección hacia la cima del Pizarras. No hay que llegar a ella. Basta con alcanzar el collado de Veinte y desde aquí sólo queda descender al portillo.









La juventud tirando del grupo, por la empinada ladera que nos lleva al collado.








No hay montaña que se precie en la cual no se realicen unos magníficos posados, dirigidos a las chicas que con tanto entusiasmo nos esperan en casa.




















De nuevo en el Portillo (Punto de salida), donde se ve a los Mendigoizaleak con cara de orgullo y satisfacción.











Tras deleitarnos con una gran chuletada, solo queda dar las gracias a nuestro organizador y guia, "Rafiki" el cual nos hizo disfrutar de uno de esos días que se quedan en la memoria.

"Gora, Mugarri Mendi Taldea".














Plano









Ortofoto










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